Los beneficios de la gamificación, aprender mientras te diviertes

El aprendizaje evolucionó, pero con la llegada del internet ha tomado una autopista de interactividad muy interesante, que ha permitido que los estudiantes se vayan adaptando a estrategias que los beneficien.

La educación es cualquier práctica que modifica constructivamente la forma en que nos comportamos, pensamos y sentimos. Nosotros, como humanos, siempre tenemos el deseo de aprender, independientemente de la edad. También aprendemos de diferentes maneras, debido a diversos elementos no solo relacionados con la edad, sino también con el nivel de desarrollo y madurez, la personalidad, la experiencia, así como con factores genéticos y ambientales. Para permitir que los estudiantes usen y exploren todo su potencial, es un requisito previo optimizar los métodos educativos.

Dentro de ello, los que planifican contenidos educativos siempre se hacen la pregunta del millón ¿Cómo podemos hacer que la educación sea más agradable y más eficiente? La respuesta está en entender cómo aprenden los estudiantes. El conocimiento básico en psicología educativa es de hecho lo que hace que los buenos instructores se destaquen y les permita transmitir el conocimiento de manera eficiente, según lo requiera el destinatario.

Repasemos los principales estilos de aprendizaje

El visual, basado en imágenes y mapas mentales.
El auditivo, utilizando sonido, música y ritmos.
El físico o aprender haciendo.
El verbal, empleando el habla y la escritura.
El lógico, que se basa en el razonamiento para ayudar a ver el panorama general.
El aprendizaje social o grupal.
El autodidacta, es decir, aprender solo o a través del autoaprendizaje.

Los métodos educativos usados actualmente son muy amplios e incluyen la enseñanza académica, la formación práctica, la discusión, la investigación dirigida y el aprendizaje basado en multimedia. La tecnología ha cobrado su precio en la escena educativa como nunca antes y la pandemia ha sido fundamental en ello. De hecho, muchos estudiantes de hoy en día han sido llamados nativos digitales, ya que nacieron en la era digital y emplean casi exclusivamente la tecnología en sus actividades cotidianas. Además, los adultos y profesionales también se están adaptando a la tecnología y aumentando su confianza en ella en sus operaciones diarias, debido a su omnipresencia con los teléfonos inteligentes, las tabletas, las computadoras e Internet. Estas observaciones sugieren una fuerte influencia de la tecnología en todos los aspectos de la sociedad.

En el contexto de la educación, la tendencia de utilizar elementos de juego en contextos que no son de juego, denominados de otro modo: gamificación. La gamificación tiene como objetivo aumentar el compromiso y la motivación de los estudiantes, captando su interés por seguir aprendiendo e influyendo en su comportamiento en el aula. Aunque hoy en día los juegos se usan a menudo en entornos educativos, la tendencia sigue siendo estigmatizada y su uso está limitado debido, por ejemplo, al acceso inadecuado a la tecnología, la falta de experiencia profesional en la integración de nuevas tecnologías y por supuesto la tradicional resistencia al cambio.

Para cambiar esto, debemos comprender la forma en que la gamificación puede facilitar el aprendizaje de manera sistemática, aprender divirtiéndose siempre debe una ser una opción.

La gamificación en la educación puede optimizar el procesamiento cerebral de nueva información. Esto puede verse facilitado por los aspectos generales de las lecciones gamificadas, con la presentación audiovisual, fragmentos minimizados de información esquematizada, lapsos de tiempo cortos y, a menudo, patrones repetitivos.

La gamificación modifica el centro de recompensa y placer del cerebro y mejora el aprendizaje. Está bien establecido que los juegos, en los que una persona gana o recibe comentarios positivos, pueden activar los circuitos de placer del cerebro al inducir la liberación de la dopamina.

Los nuevos datos se pierden a menos que se almacenen en nuestra memoria a largo plazo a través de un proceso de múltiples capas que involucra atención, percepción, selección, organización e integración de información. El primer relevo de nuevos datos está en nuestra memoria de trabajo, que puede manejar solo una pequeña cantidad de información a la vez. Se ha sugerido que el cerebro humano puede procesar siete piezas de información a la vez, que se perderán en 20 segundos si no se procesan más para llegar a la memoria a largo plazo.

El cerebro procesa la información en la memoria de trabajo utilizando dos canales: visual y auditivo. Cuando la información se presenta empleando ambos canales, el cerebro, es decir, la memoria de trabajo, puede acomodar más información nueva. Sin embargo, la sobrecarga de información puede dificultar la integración de la nueva información en la memoria a largo plazo. Por lo tanto, es necesario presentar pequeños fragmentos de información de manera organizada. Esto permite que el cerebro integre y organice nueva información a los esquemas existentes en nuestra memoria a largo plazo.

Investigaciones recientes han recomendado que la capacidad de atención en humanos ha disminuido de alrededor de 12 a 8 segundos. Este cambio se ha atribuido a la revolución digital, además de sus efectos beneficiosos, que incluyen un tiempo de reacción más rápido y una mayor capacidad para realizar múltiples tareas. Estos hallazgos enfatizan la necesidad de adoptar formas modernas, como la gamificación, para transferir nuevos conocimientos e información a estudiantes y profesores por igual.

La gamificación en la educación puede mejorar la motivación y el compromiso. Los elementos del juego, como la retroalimentación inmediata y la obtención de insignias por completar los desafíos con éxito, tienen una gran influencia en el aumento del impulso de los estudiantes para participar en estos juegos, incluso dentro de las paredes de un salón de clases.

Además, el componente social del aprendizaje gamificado, mediante el cual los estudiantes juegan en grupos, genera muchos beneficios en la función cerebral. De hecho, el compromiso social e intelectual activa la neurotransmisión en el cerebro y mitiga la inflamación cerebral y los efectos nocivos del estrés oxidativo en el cerebro. Lo beneficioso de las interacciones sociales potenció de manera interesante el retraso de la demencia en la población de edad avanzada. Aprender divirtiéndose siempre será de las mejores opciones para el aprendizaje.