El mantenimiento de los centros de datos en la pospandemia

El presente artículo fue desarrollado por Francisco Sales, Director de Servicios de Vertiv LATAM.

Una de las principales conclusiones que deben sacar las organizaciones después de meses en teletrabajo, el aprendizaje a distancia, la telesalud y otros cambios digitales que se aceleraron debido a la pandemia, es que la transformación digital no es una tendencia pasajera.

Durante este tiempo muchas empresas han atravesado una transición repentina y como mínimo, han tenido que mejorar sus herramientas tecnológicas y ampliar su software.

Otras, se dieron cuenta que el centro de datos no puede ser descuidado, porque es allí precisamente, en la base de toda su infraestructura de TI, donde está sucediendo lo más decisivo para sus negocios.

Un tercer grupo concluyó que los data center no son un lujo, sino que cualquier inversión que se haga en éstos es a favor del desarrollo y el posicionamiento de la compañía en el mercado.

Independientemente del grupo en el que se encuentre su centro de datos, es esencial considerar el mantenimiento como un comportamiento que debe formar parte de la cultura tecnológica.

El auge de la transformación digital en el comercio electrónico, por ejemplo, es poco probable que vuelva a los niveles prepandémicos. Estas tendencias han llegado para quedarse, y posiblemente sigan creciendo, y las empresas deben estar preparadas para apoyar su infraestructura crítica.

Según un estudio global de Mastercard, desde que comenzó la pandemia, en América Latina, dos tercios de los encuestados afirman que están usando menos efectivo o que no lo utilizan en absoluto.

Teniendo en cuenta estas cifras, las organizaciones deben entender que el mantenimiento preventivo de los centros de datos es vital para sostener su negocio y, sobre todo, de la economía del país.

El mantenimiento preventivo ayuda a aumentar el rendimiento de los equipos térmicos o de gestión de la energía y permite identificar problemas potencialmente costosos. Por ello, nuestras recomendaciones al respecto son:

• Llevar a cabo la supervisión del funcionamiento de los principales componentes del sistema, incluidos los filtros, los ventiladores, los condensadores, las bombas, los humidificadores y los conductos de refrigerante.
• Realice comprobaciones de limpieza que garanticen que las zonas de filtración, los ventiladores y los humidificadores están libres de residuos, suciedad y obstrucciones.
• Compruebe los sistemas eléctricos, incluidos los fusibles, las conexiones eléctricas y los contactores relacionados con el sistema de gestión térmica.